viernes, 28 de mayo de 2010

Furia del Pacaya deja dos muertos, tres desaparecidos y miles de damnificados



El Volcán de Pacaya en actividad de nuevo

Los damnificados fueron trasladados a varios albergues temporales

Guatemala, 28 mayo.- La violenta erupción del volcán Pacaya, que el jueves sorprendió a los guatemaltecos y afectó un área de unos 100 kilómetros de radio en la zona central del país, deja al menos dos muertos, tres desaparecidos, 67 heridos y miles de damnificados, según estimaciones parciales de las autoridades y los Bomberos Municipales.

El último informe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), dado a conocer hoy, detalló que la erupción causó la muerte del periodista Aníbal Archila, quien se encontraba a casi 20 metros de las corrientes de lava cuando explotó el cráter, mientras que dos de sus camarógrafos lograron ponerse a salvo.

También se reportó la muerte del profesor de un colegio, identificado como Herber Gámez, de 22 años, que murió hoy al caer de forma accidental del cuarto piso del un edificio cuando limpiaba las arenas lanzadas por el coloso.

Además, precisó que tres niños de entre 7 y 10 años continúan desaparecidos desde anoche y 67 personas han resultado con golpes y fracturas.

Conred indicó que más de 800 casas sufrieron daños, entre las cuales unas cien colapsaron, en nueve comunidades asentadas en las faldas del volcán.

El coloso, de 2.552 metros de altura, ubicado a unos 50 kilómetros al sur de la capital, está activo desde 1965, pero la noche del jueves registró una violenta actividad que hizo que las cenizas y arenas expelidas afectaran los departamentos de Guatemala, que incluye la capital, Escuintla (sur) y Sacatepéquez (oeste).

Las autoridades de Protección Civil también evacuaron a 1.700 habitantes del área, mientras que otras 2.500 permanecen en sus hogares pese al latente riesgo.

El presidente guatemalteco, Álvaro Colom, acompañado por su esposa, Sandra Torres, y varios ministros de Estado, visitaron hoy la zona del desastre y los albergues habilitados en el municipio de San Vicente Pacaya.

Sobre los techos de las viviendas en las comunidades de las faldas del Pacaya cayeron grandes piedras, ceniza y arena volcánica.

Colom aseguró en una rueda de prensa en la sede de la Conred que la erupción afectó un área de 100 kilómetros de radio en los departamentos de Guatemala, Escuintla y Sacatepéquez, donde decretó un "estado de calamidad pública" para atender la emergencia.

El mandatario aseguró que el daño ocasionado por la erupción es "bastante grande" y que su administración dará prioridad a los damnificados, pero también impulsará programas para la recuperación de los cultivos agrícolas.

El Gobierno, dijo, cuenta con suficientes recursos para atender esta emergencia, una de las más fuertes registradas en Guatemala en los últimos 12 años.

Pese que el coloso ha bajado el rango de su actividad, el director del Instituto de Vulcanología (Insivumeh), Eddy Sánchez, advirtió que "no se descarta" que continúe registrándose una actividad similar a la del jueves en las próximas horas.

El coloso aún lanza cenizas a una altura de unos 1.000 metros, que está llegando a una distancia de 30 kilómetros en dirección nordeste, señaló el funcionario.

"En el volcán existen muchos gases, lo que hace que el cráter explote a gran altura. Es como una olla de presión que acumula mucha energía", sostuvo.

El mandatario anunció que debido a la gran cantidad de arena y ceniza que ha caído en el aeropuerto internacional La Aurora, en la capital, éste permanecerá cerrado por lo menos durante las próximas 24 horas.

Además, exhortó a la población a no utilizar la carretera hacia la costa sur debido a su peligrosidad por las miles de toneladas de arena volcánica que la cubren.

Los diferentes ministerios, entre ellos el de Agricultura, según el Presidente, iniciaron hoy una evaluación para establecer el impacto de la violenta erupción, y reconoció que por ahora es "difícil" cuantificar los daños y pérdidas económicas.

Las comunidades afectadas por la actividad del Pacaya han comenzado a recibir ayuda humanitaria, como alimentos y frazadas.

En la capital, miles de habitantes y cuadrillas de la municipalidad se han unido para recoger de las calles y techos de las casas las miles de toneladas de arena y ceniza lanzadas por el coloso. EFE