El Cuerpo de Bomberos Municipales de la Antigua Guatemala, una de las instituciones más apreciadas por los guatemaltecos, que sin distinción de edad, género, clase social o económica, atiende a los necesitados y por eso se ha ganado un lugar importante en la vida de los antigüeños.
La tarea de los bomberos abarca mucho más que el control de incendios, tarea a la cual continúan dedicando buena parte de sus esfuerzos.
En las ambulancias de este cuerpo de socorro han sido trasladadas miles de personas que le deben la vida, y que fueron atendidas con esmero por unos servidores sociales que se han ganado un lugar importante en la memoria nacional como sinónimo de samaritanos incondicionales y eficientes.
Esta relación afectiva de los guatemaltecos con los bomberos, lamentablemente no se refleja en un presupuesto decoroso, donde los bomberos aún tienen que salir a pedir dinero para sobrevivir y cubrir las emergencias en esa ciudad designada Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Por ello, es lamentable que en demasiados casos se vea a sus elementos a la entrada de las poblaciones pidiendo ayuda económica a los automovilistas, pero ninguna institución gubernamental les brinda la ayuda necesaria para que dejen de hacer esta tárea para poder seguir brindando un servicio gratuito a su comunidad.
En las ambulancias de este cuerpo de socorro han sido trasladadas miles de personas que le deben la vida, y que fueron atendidas con esmero por unos servidores sociales que se han ganado un lugar importante en la memoria nacional como sinónimo de samaritanos incondicionales y eficientes.
Esta relación afectiva de los guatemaltecos con los bomberos, lamentablemente no se refleja en un presupuesto decoroso, donde los bomberos aún tienen que salir a pedir dinero para sobrevivir y cubrir las emergencias en esa ciudad designada Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Por ello, es lamentable que en demasiados casos se vea a sus elementos a la entrada de las poblaciones pidiendo ayuda económica a los automovilistas, pero ninguna institución gubernamental les brinda la ayuda necesaria para que dejen de hacer esta tárea para poder seguir brindando un servicio gratuito a su comunidad.
Es interesante señalar que la colaboración es entregada por la gente con la absoluta seguridad de que el dinero es bien empleado con mucha transparencia para la compra de combustible y comprar repuestos para las unidades de emergencia.
El equipo con el que trabajan los bomberos debería ser mejor y más moderno. Actualmente, sus instalaciones, en general, carecen de comodidades suficientes para el personal, muchas de sus unidades para apagar incendios ya son muy antiguas, y los vehículos de rescate son, en realidad, ejemplos de artesanía automovilística, al ser de alguna manera improvisados en picops o en paneles.
Pese a esos contratiempos, se las arreglan para prestar un servicio que en otros países requeriría de equipo no sólo adicional sino más moderno. Por esta razón el Congreso de la República debería asignarles un presupuesto a esta estación de bomberos como lo hacen con otras entidades bomberiles.
Los Bomberos Municipales de la Antigua Guatemala, se han ganado el respeto de la población y las autoridades municipales al ver su capacidad de liderazgo y profesionalismo durante casi 6 años de vida al servicio de su pueblo.
Ellos nacieron el 3 de noviembre del año 2004 en la Ciudad Colonial, Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Estos hombres y mujeres que han sufrido los embates de la vida, se han levantado poco a poco y han demostrado una vez más que son la estación líder en el departamento de Sacatepéquez.
A pesar de las dificultades que han afrontado, nunca han paralizado el servicio a su comunidad y han mantenido siempre su frente en alto, como verdaderos profesionales.
Han sufrido boicot, aislamiento, amenazas, politización, desalojo de sus antiguas instalaciones en varias oportunidades, injurias y calumnias a lo largo de su historia; pero nunca se han doblegado. Al contrario han sacado fuerzas para demostrarle a sus detractores que más vale estar solos que mal acompañados.
En varias oportunidades han pretendido con engaños sus detractores destruir una estación estratégica que a forjado su propio futuro. Una estación que todos los días lucha por salir adelante con la ayuda de los vecinos y la Municipalidad de la Antigua Guatemala, que ha reconocido su trabajo sin importar sacrificar su propia vida.
Los bomberos han tenido la necesidad de convertirse en albañiles, fontaneros, electricistas y soldadores para levantar las paredes de nuestra nueva casa, por falta de dinero, porque todo el mundo les ha dado la espalda cuando mas los necesitaban.
Pero salieron adelante y ahora están demostrando el alto grado de profesionalismo que tienen por el amor a su comunidad.
No cabe duda, a nombre de los millones de personas que en estos seis años de existencia han sido testigos de la eficiencia del trabajo que efectúan los bomberos, y del cual todos, sin excepción, podemos vernos algún día beneficiados, los medios de comunicación y los periodistas guatemaltecos los saludamos y los instamos a seguir salvando vidas y resguardando los bienes de la ciudadanía.
El equipo con el que trabajan los bomberos debería ser mejor y más moderno. Actualmente, sus instalaciones, en general, carecen de comodidades suficientes para el personal, muchas de sus unidades para apagar incendios ya son muy antiguas, y los vehículos de rescate son, en realidad, ejemplos de artesanía automovilística, al ser de alguna manera improvisados en picops o en paneles.
Pese a esos contratiempos, se las arreglan para prestar un servicio que en otros países requeriría de equipo no sólo adicional sino más moderno. Por esta razón el Congreso de la República debería asignarles un presupuesto a esta estación de bomberos como lo hacen con otras entidades bomberiles.
Los Bomberos Municipales de la Antigua Guatemala, se han ganado el respeto de la población y las autoridades municipales al ver su capacidad de liderazgo y profesionalismo durante casi 6 años de vida al servicio de su pueblo.
Ellos nacieron el 3 de noviembre del año 2004 en la Ciudad Colonial, Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Estos hombres y mujeres que han sufrido los embates de la vida, se han levantado poco a poco y han demostrado una vez más que son la estación líder en el departamento de Sacatepéquez.
A pesar de las dificultades que han afrontado, nunca han paralizado el servicio a su comunidad y han mantenido siempre su frente en alto, como verdaderos profesionales.
Han sufrido boicot, aislamiento, amenazas, politización, desalojo de sus antiguas instalaciones en varias oportunidades, injurias y calumnias a lo largo de su historia; pero nunca se han doblegado. Al contrario han sacado fuerzas para demostrarle a sus detractores que más vale estar solos que mal acompañados.
En varias oportunidades han pretendido con engaños sus detractores destruir una estación estratégica que a forjado su propio futuro. Una estación que todos los días lucha por salir adelante con la ayuda de los vecinos y la Municipalidad de la Antigua Guatemala, que ha reconocido su trabajo sin importar sacrificar su propia vida.
Los bomberos han tenido la necesidad de convertirse en albañiles, fontaneros, electricistas y soldadores para levantar las paredes de nuestra nueva casa, por falta de dinero, porque todo el mundo les ha dado la espalda cuando mas los necesitaban.
Pero salieron adelante y ahora están demostrando el alto grado de profesionalismo que tienen por el amor a su comunidad.
No cabe duda, a nombre de los millones de personas que en estos seis años de existencia han sido testigos de la eficiencia del trabajo que efectúan los bomberos, y del cual todos, sin excepción, podemos vernos algún día beneficiados, los medios de comunicación y los periodistas guatemaltecos los saludamos y los instamos a seguir salvando vidas y resguardando los bienes de la ciudadanía.
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