martes, 18 de enero de 2011

Ser Bombero Municipal de La Antigua: Una vocación de servicio

Ser Bombero Municipal de La Antigua Guatemala. No es sólo apagar un incendio o desfilar por una calle en una máquina equipada con mangueras y sofisticados elementos disponibles para atender emergencias.
Es cumplir una labor social desinteresada llena de la mayor voluntad para hacer las cosas con lo mejor que tiene el ser humano. El amor… Se trata, simplemente, de ser bombero.
“Muchas personas tienen la idea de que los bomberos sólo atienden incendios, pero lo cierto es que nosotros atendemos toda clase de calamidades que van desde una fuga de gas hasta una explosión.
Desde un deslizamiento de tierra hasta una inundación, rescates vehiculares y de alturas, además de búsqueda y rescate en estructuras colapsadas.
Todo esto complementado con capacitaciones en las cuales brindamos asesorías en seguridad para empresas, escuelas, la Policía Nacional Civil, etc.
Trabajamos para que la vida de cada habitante de esta ciudad sea más llevadera y por supuesto, para que en caso de siniestros las pérdidas humanas y materiales sean mínimas”, afirma el comandante ejecutivo, Mayor Pedro Samayoa.
Son las 6 AM y empieza la jornada para todo el personal, como lo realizan los 365 días del año.
Los rescatistas cantan el Himno Nacional y luego izan la Bandera de Guatemala. Después hacen la limpieza de la estación y los vehículos de emergencia.
Luego de la limpieza, entregan el turno a las 8 de la mañana. El turno que entra a turno hace una revisión del equipo existente en las ambulancias y la unidad contra incendio.
Normalmente el cuerpo de bomberos atiende un promedio de 7 a 10 servicios diarios, sin contar los hechos extraordinarios que tras concluir la jornada cotidiana sucedan en algún punto del municipio.
“Lo importante no es la cantidad de servicios que se atiendan sino la calidad con que estos se realicen, a fin de preservar el bienestar de cada persona.
Nuestro principal deber es salvar vidas, preservar bienes y conservar la naturaleza", indico el oficial Gerardo Espinoza.
Una emergencia se presenta en cualquier momento y siempre debemos estar prestos a atender los requerimientos de la comunidad, aunque desgraciadamente la cultura de este país no permite entender que un vehículo de emergencia, más allá de hacer bulla o verse ‘bonito’ (como piensan algunas personas), es para prestar el bien a la misma sociedad en aras de brindar un buen servicio y hacer que se pierdan menos vidas, indico el comandante Samayoa.
Normalmente terminamos labores a las 10 de la noche y todo el personal se dispone a dormir.


El radio operador de turno, se encuentra cerca del radio y los dos teléfonos de emergencia como en cualquier cabina de bomberos.
Alegrías, tristezas, triunfos y fracasos son aspectos que, como en cualquier profesión u oficio de todos los conocidos y por conocer, deben enfrentar los hombres que hacen parte de la estación No. 19 del Cuerpo de Bomberos Municipales de la Ciudad Colonial.
“Muchas veces uno llega a la casa desmotivado, pensando que de pronto se hubiera podido hacer más para atender mejor las emergencias, pero en nuestras familias encontramos el pilar que nos devuelve el ánimo y nos da la proeza para seguir adelante, aprendiendo de las dificultades y continuar ayudando a más personas.
"La familia es la felicidad y la fuerza para seguir adelante”, exclama la dama bombero Lorena García.
Más allá de las malas actitudes que a veces se perciben de la comunidad por los retrasos a la hora de atender una calamidad o porque a criterio de la gente del común estas personas no llenan las expectativas esperadas, para los bomberos la mejor satisfacción de todas es poder brindar una mano amiga al ciudadano de a píe, sin importar su estatus social, dice la Mayor Stephanie Richman, directora de la estación.
Se dice que el turno del bombero cubre las 24 horas del día (y hasta más) a causa de las emergencias que ocurren y simplemente no dan espera, “al momento de salir a descansar se suelen presentar eventualidades que reducen significativamente el tiempo para compartir con la esposa, los hijos e inclusive con los padres y los hermanos.
Ese es el gaje más evidente que se ve en esta profesión, a lo que se suma el gran desgaste físico que podemos presentar. Nuestra principal desventaja es estar alejados de la familia”, agrega el Mayor Rony Véliz, vocero oficial del CBMA.
Cuando las cosas se hacen por vocación, la labor del bombero es grande y llena de muchas satisfacciones personales.
No se podría cumplir con una labor como la de ser bombero, si no se tiene el coraje y la convicción de servir que poseen estos personajes anónimos que, aún por encima de su persona misma, están dispuestos a arriesgar la vida con tal de garantizar el bienestar colectivo y fortalecer la armonía dentro de la sociedad.
“Recuerdo que un compañero me mando la imagen de un niño vestido de bombero sobre la cual decía: “Todos nacemos libres pero pocos bomberos”…
Eso me hizo pensar que ser bombero no es simplemente buscar un protagonismo dentro de la sociedad, sino que es algo que se debe hacer con el corazón, pues si no existe empatía y satisfacción con el trabajo, sencillamente no se puede realizar", dice el comandante Samayoa.
Quienes trabajamos en esta profesión somos personas íntegras y capacitadas que sienten amor por su profesión y su uniforme sin esperar nada a cambio, más que el simple agradecimiento de la comunidad porque para eso estamos, ese es nuestro deber, indico Véliz.
Confiamos siempre en que cuando lleguemos a faltar, Dios estará acompañando a nuestras familias, pues el bombero no ve por sus propios sentimientos sino por los de su comunidad, sobre todo en un país como Guatemala  donde su gente tiene muchas carencias y necesidades.
Servimos con la ayuda del señor y la de nuestras herramientas”, agrego la dama bombero, Cristina Callejas.
Durante  seis años, los bomberos han logrado consolidarse como uno de los principales organismos de emergencias de esta ciudad, tanto así que han logrado atender emergencias de territorios vecinos a donde los llaman para apoyar a dicha comunidad como el caso de Ciudad Vieja, Santa Lucía Milpas Altas, San Juan Alotenango, Jocotenango y Pastores en Sacatepéquez. Hemos viajado a Tecpán Guatemala cuando nos piden apoyo para un incendio, recordó Richman.
Cabe destacar que actualmente esta organización es miembro de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Bomberos Unidos Sin Fronteras y hermanos de la estación de Coral Gables en Miami, Estados Unidos.
“Para ser un buen bombero es necesario, como en todo trabajo, querer desempeñarse en esto, saber por qué se hace. Este es uno de esos trabajos en los cuales no se termina de aprender nunca y cada día se debe fomentar esa cultura de capacitación para cumplir una excelente labor y ofrecer un buen servicio.

Siempre que uno quiera, puede lograr lo que sea, lo demás... viene por añadidura”.